La ruta del Pantano se pone a punto…

El Ayuntamiento reinstala las tres pasarelas destruidas por el temporal de abril y adecenta el sendero que sufrió daños por la crecida del cauce

La ruta del Pantano empieza a volver a la normalidad. Después de las lluvias del pasado mes de abril que destrozaron parte del sendero, el Ayuntamiento está terminado de poner a punto el concurrido itinerario. Las tres pasarelas que se vieron afectadas por el temporal ya han sido repuestas y los operarios se encuentran ahora trabajando en adecentar parte del trazado que había quedado impracticable por la crecida del cauce del río hasta convertirlo en un auténtico barrizal.

La brigada municipal ha conseguido recuperar dos de los pasos de madera que se vieron dañados por las intensas precipitaciones; sin embargo, ha tenido que colocar uno de ellos completamente nuevo tras ser arrastrado río abajo sin dejar rastro. Esas pasarelas se utilizan por los usuarios de la ruta para cruzar de un extremo a otro del Vinalopó y desde el episodio de lluvias ha sido imposible hacer el camino completo para muchos de los aficionados al sendero, sobre todo para las familias que acudían con niños pequeños, incluso con perros. La también llamada ruta del agua fue inaugurada a finales del año pasado, tras conectar el Pantano con el Molí Real y construir un pantalán flotante de 80 metros sobre la presa. Todo ello financiado por 600.000 euros que salieron de la Diputación Provincial. Sin embargo, a los pocos meses de abrirse al público y de convertirse en uno de los puntos más visitados los fines de semana, muchos se llevaron un chasco cuando llegó el segundo Lunes de Mona y se encontraron con varios obstáculos en el recorrido, a causa del temporal.

Tras detectar la incidencia, la Concejalía de Urbanismo se puso manos a la obra para tratar de restablecer la normalidad en el que había sido uno de sus proyectos estrella. El problema con el que se encontraron es que tuvieron que pedir permiso a la Confederación Hidrográfica del Júcar para poder intervenir en el enclave. A ello se sumó que la entidad no permitió poner pasarelas fijas para evitar que vuelvan a salir despedidas por otro temporal. En este punto, los elementos deben integrarse al máximo en el entorno.

Al final, tras estos inconvenientes y con el inicio del verano, la popular ruta empieza a ver la luz con la llegada del verano.


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