LA DEPORTISTA AFGANA LATIFA SAKHIZADEH REFUGIADA EN ESPAÑA PROTAGONIZARÁ EN SANTA POLA EL 25-N

La jugadora de baloncesto en silla de ruedas refugiada en España y el periodista
Antonio Pampliega estarán el sábado en el acto institucional donde se presentará el
documental “Au revoir Kabul” que cuenta la odisea de las mujeres afganas tras la
llegada al poder de los talibanes.

La conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la
Mujer en Santa Pola tendrá una protagonista especial: la deportista Latifa
Sakhizadeh, ex jugadora de baloncesto en silla de ruedas de la selección de
Afganistán que fue acogida en España después de que el régimen talibán eliminara de
un plumazo todos los derechos de las mujeres en el país.
Este sábado 25 de noviembre tendrá lugar en la Casa de Cultura el acto central de la
programación que la concejalía de Igualdad ha llevado a cabo. A partir de las 19:00
horas comenzará con la presentación del spot de la campaña y la lectura del
manifiesto institucional.
A continuación los asistentes podrán ver un adelanto del documental “Au Revoir
Kabul”, dirigido por Alfredo Lobo con guión del periodista Antonio Pampliega, que
retrata la odisea de muchas mujeres afganas, entre ellas Latifa, que estará presente
en el evento para ofrecer sus testimonio de primera mano.
Au revoir Kabul
El 15 de agosto de 2021 quedará marcado en el corazón de millones de afganos como
una de las fechas más fatídicas de su historia reciente. 20 años después de la caída
del gobierno talibán, los integristas islámicos volvieron a hacerse con el poder en un
país que respiraba esperanza, libertad y democracia. Sueños que se difuminaron
como castillos de arena aquel abrasador día de verano cuando los radicales entraron
en la ciudad de Kabul.

Miles de afganos se agolparon en las puertas del aeropuerto internacional de Kabul
con la esperanza de subirse en uno de los vuelos de evacuación que había fletado la
Comunidad Internacional para sacar del país a sus colaboradores. Entre esos miles se
encontraban las integrantes de la selección nacional de baloncesto en silla de ruedas
quienes, después de contactar con los periodistas españoles Paloma del Río y Antonio
Pampliega, habían conseguido los salvoconductos para huir a España.
Sus sueños terminaron tras el atentado suicida perpetrado por un terrorista de
Estado Islámico, quien se inmoló en una de las puertas del aeropuerto dejando más
de 150 víctimas mortales. Ese día, se puso fin a la evacuación y se dio por finalizada la
presencia internacional en Afganistán después de 20 años…
Las chicas, como millones de mujeres afganas, vieron como sus derechos-
conquistados en las dos últimas décadas- iban siendo eliminados progresivamente.
Desde jugar al baloncesto hasta trabajar, pasando por estudiar, bailar, …
A través del grupo de Whatsapp que crearon con los dos periodistas españoles, con
quienes habían contactado en el mes de agosto, pidieron ayuda desesperada para
poder escapar de un país donde se habían convertido en un cero a la izquierda.
Paloma del Río y Antonio Pampliega se comprometieron con las jugadores de
baloncesto a sacarlas del país en el menor tiempo posible y traerlas a España.
Mientras tanto, las chicas de la selección comenzaron a documentar- mediante sus
teléfonos móviles- su día a día en ese nuevo Afganistán de los talibanes con el
objetivo de denunciar la realidad de la mujer en un país donde un perro tiene más
derechos que una mujer.
Progresivamente- y con la ayuda de los dos periodistas españoles- las jugadoras
comenzaron a abandonar Afganistán hasta que en septiembre de 2022- un año
después de la toma de Kabul por parte de los talibanes- la última de ellas consiguió
huir de su país y llegar a España.
En esos meses de incertidumbre, miedo y desesperación las chicas (8 en total) fueron
capaces de documentar- jugándose la vida en muchos casos- la realidad de un país
que dejó de salir en los informativos y que se convirtió rápidamente en un agujero
informativo más.
Este documental no solo ahonda en el salvajismo que se encuentra detrás de los
integristas islámicos, sino que es, además, un canto a la vida. Las chicas, con una
generosidad fuera de toda duda, invitan al espectador a introducirse en su más
absoluta intimidad abriendo las puertas, de par en par, a momentos personales e
íntimos que hubiese sido imposible grabar de no haberlo hecho ellas mismas. Las chicas- en edades comprendidas entre los 30 y los 24 años- buscan empatizar con el
espectador abriéndoles su corazón.
Este documental va más allá del documento gráfico, es un canto a la vida, a la
esperanza y a la solidaridad; y hace presente la famosa frase:

«Solo un ser humano puede salvar a un ser humano».