Luchamos contra el fuego. Reconozcan la categoría profesional de los bomberos forestales.
El año pasado ardieron en españa más de 147.000 hectáreas. Fue el segundo peor año de incendios en la última década. En su extinción participamos miles de bomberos forestales que no estamos reconocidos como tal. A algunos nos contratan como peones de caza, otros como peones agrícolas…pero no como bomberos forestales.
No tener ese reconocimiento implica que tampoco se nos reconocen las enfermedades propias de nuestra actividad. Tampoco los reconocimientos reductores para poder jubilarnos por ser una profesión de alto riesgo. Ni siquiera se da una formación acorde a la actividad real que realizamos, lo cual va en perjuicio de la sociedad. Os sorprendería saber que en el cómputo de horas que dedicamos a nuestra profesión son más las horas de disponibilidad -con menor remuneración- que las horas que trabajamos. ¿Quién puede conciliar así? Siendo servicios de emergencias – no reconocidos legalmente como tal – tenemos que estar disponibles durante todo el verano sin un personal suficiente que permita descansar aunque sean unos días.
Cada verano nos jugamos la vida por nuestros montes, para proteger nuestra flora y fauna, estando al pie del cañón. Trabajamos para defender nuestro patrimonio rural y por eso merecemos hacerlo en condiciones dignas y con derechos.
En marzo de este año el Gobierno vetó una tramitación de ley del Estatuto del bombero forestal porque supondría un aumento de los presupuestos.
Tan sólo pedimos que se reconozca nuestra profesión con el excepcional nivel de peligrosidad, toxicidad y penalidad que tiene.