UN SIMULACRO EN EL PUERTO DE SANTA POLA RECREA LA ATENCIÓN PROFESIONAL ANTE LA LLEGADA DE MIGRANTES A LA COSTA

El simulacro ha sido una actividad englobada en la agenda del proyecto europeo Sólida y ha recreado la llegada de una patera a la costa de Santa Pola

El Puerto de Santa Pola fue escenario el 14 de Marzo  de un simulacro de atención ante la llegada de personas migrantes a la costa, organizado en el marco de la agenda de trabajo del proyecto europeo Solida que está celebrando su cuarto encuentro en el municipio del 13 al 16 de marzo. Dentro de este proyecto, Santa Pola acoge a varias delegaciones de diferentes países para intercambiar buenas prácticas en materia de migraciones, solidaridad y participación ciudadana.

Previamente al simulacro, las delegaciones participantes han asistido a una jornada celebrada en el Baluarte del Duque sobre el papel de los organismos consultivos en la acogida de personas migrantes. Durante la jornada se ha desarrollado una mesa redonda con la participación de Cruz Roja, Guardia Civil y Policía Nacional, en la que se han detallado los pasos que sigue cada organismo durante la recepción y atención de migrantes en su llegada a la costa en patera. La jornada ha sido inaugurada por la alcaldesa Yolanda Seva, el concejal de Igualdad, Participación Ciudadana y Migraciones, Samuel Ortiz, y la técnica municipal de Participación Ciudadana, Begoña Igual.   

En la recreación-simulacro, organizada por el Ayuntamiento de Santa Pola, han colaborado todos los agentes implicados en los protocolos de recepción de pateras: Cruz Roja, Policía Nacional, Guardia Civil, Salvamento Marítimo, Policía Local, Protección Civil y la Subdirección General de Puertos.

Patricia Compañ, técnica de Cruz Roja responsable provincial de salvamento marítimo, emergencias y llegada de pateras a la costa, ha explicado el dispositivo que, con una doble función, efectúa Cruz Roja. Por un lado, una función marítima en la que colaboran con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en el remolque de la embarcación y la llegada a puerto y, por otro lado, la atención sociosanitaria. “La finalidad de Cruz Roja es únicamente saber que están bien, si están heridos o tienen conocimiento de alguna otra patera”, ha explicado Compañ. Posteriormente pasan a un módulo de triaje sanitario, donde se realiza una valoración primaria de su estado de salud con pruebas muy básicas como tomarles la tensión o una prueba de glucosa, comprobar si están heridos o tienen quemaduras, y se les toma los datos básicos (nombre, apellidos, nacionalidad y edad). En caso de presencia de menores, esta información debe ser trasladada de inmediato a las autoridades para proporcionarles una atención especial y transferirlos al organismo pertinente.

Si las personas atendidas no revisten ningún tipo de patología se les pone una pulsera verde, lo que significa que aparentemente presentan un estado de salud estable. A continuación, pasarían a la zona de espera y posteriormente a disposición policial una vez cubiertas las necesidades básicas. En caso de que se detecten mujeres embarazadas, menores de 7 años o algún tipo de patología o herida, se les pone una pulsera roja y se informa a la Guardia Civil y Policía Nacional para que aseguren el traslado al centro de salud o al hospital, donde serán valoradas por personal facultativo.

Jorge Gómez, vicepresidente autonómico de Cruz Roja y responsable de la línea de socorros y emergencias, ha señalado que estos últimos años se está produciendo “un incremento exponencial bastante importante de llegada de pateras” y ha destacado la necesidad de intérpretes de francés o árabe, “una pieza clave en este caso”, haciendo un llamamiento a aquellas personas que quieran participar en el proyecto.

La Guardia Civil cuenta con una herramienta fundamental, su Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) que permite localizar embarcaciones a más de 20 millas de la costa. Una vez detectadas, el Servicio Marítimo de la Guardia Civil, Cruz Roja o Salvamento Marítimo tienen que tratar de llevarlas a puerto. Todas las fuerzas que van a intervenir en el rescate, policiales o no, se coordinan desde un Centro Operativo de Servicio (COS). El principal problema, ha dicho el teniente jefe de la Guardia Civil del puesto de Santa Pola, Francisco Javier López, es que la mayoría de migrantes en patera vienen sin documentación, ya sea porque se han deshecho de la misma o porque alguna mafia se la intercepta. “Al haberse producido una entrada ilegal tienen que ponerse a disposición judicial por parte de la Policía Nacional”.


La Policía Nacional trabaja en la identificación de las personas migrantes tras la asistencia médica. “La entrada de extranjeros constituye en la legislación española una infracción administrativa, no penal. Se aplica la ley de Inmigración”, ha explicado Ángel Jesús Luengo, jefe de la Brigada de Extranjería de Elche.  Se dispone de un plazo de 72 horas para la realización de los trámites de identificación y para poner en conocimiento de la situación a la Subdelegación del Gobierno. En este momento se procede bien a su traslado a un Centro de Internamiento de Extranjeros o a su devolución al país de origen. En caso de duda sobre la edad de los jóvenes, se pone en conocimiento a la Fiscalía de Menores para que realicen las pruebas médicas oportunas y determinen si se trata de un menor de edad o no. Si es mayor de edad se procederá con el trámite normal. Si es menor de edad, se internará en un centro de menores, bajo la tutela de la comunidad autónoma correspondiente.